Surge violentamente y se instala en este momento, parece que consume todo, que es un movimiento que no para que no tiene final.
Un vacío toma cuenta de todo, como se todo dejara de tener sentido. Un sentimiento de miedo, de abandono, de soledad surge en cada rincón. Las actividades dejan de hacer sentido, la búsqueda de algo fuera se activa.
Todo lo que sea para minimizar ese dolor se ha activado.
Aunque es tremendo lo que la vida señala, lo que nos enseña en esta película, es mi vida. Es de una total y profunda honestidad que todo lo que viene a mi en este momento, que está únicamente para que lo veamos. Parece que es ajeno, parece que es para evitarlo, porque no tiene que estar, si yo estaba bien, ¿como es que esto ahora surge de la nada?.
Me meto más dentro y parece que el dolor se agudiza. No hay forma de escapar, o si, hay forma de escapar, pero no hay que escapar. Lo que surge va ser vivido, traspasado, visto, sentido.
Se buscan herramientas, hay tantas, tantas opciones. Pero es aun más sencillo.
Hay algo que ya está Amando lo que surge, un Amor profundo que se instala con ese dolor, que abraza esa incomodidad, esa duda, ese miedo a apenas sentir. No hay que Amarlo, porque ya somos esa esencia que Ama, apenas hay que permitir que eso que llega este y que una mirada cariñosa y compasiva inunde todas esas sensaciones, para descubrir más profundamente que hay algo que aun no fue aceptado. Simplemente eso.
Mientras duele, aumenta, se abre más.
Como una bola de nieve que resbala por una colina, va aumentado más y más de volumen, reaccionado a la fuga para no sentir lo que siento.
Afortunadamente el Amor me Ama tanto que me muestra que esa fuga apenas me alivia por unos minutos, unas horas, unos días, a veces por unos meses de lujuria. Pero vuelve a regresar y de nuevo, y el juego se inicia.
Es como una montaña rusa, subes y llegas a la cima, y tienes que bajar, con esa sensación de terror y de miedo a una muerte que parece segura. Y vuelves a subir …
Lo que es curioso es que no nos damos cuenta que la vida apenas nos enseña lo que no hemos amado en nosotros, sea lo que nos guste o no nos guste. Es ahí que siempre nos llega uno de nuestros espejos, y se pone en frente, y normalmente le decimos, que cabrón eres …