Normalmente no veo series, ni Netflix, ni prácticamente televisión. Pero hoy me han enseñado un episodio de la serie Black Mirror, una serie de ficción que explora un futuro cercano y sus historias.
Este episodio se llama caída en picado (Nosedive), lo que más parecía una parodia, lo he visto muy cercano a nuestra realidad actual. Aunque es como un upgrade de lo que ahora ya hacemos.
Valorar a los demás, puntuar, juzgarles por sus comportamientos. Es muy interesante este episodio, porque va al extremo del ridículo y seguramente no nos veremos en una tan ridícula situación de valorar de 1 a 5 estrellas las personas que nos abordan en nuestro día a día, desde nuestro móvil (que detecta el usuario que tenemos adelante) y muestra toda su perfecta historia de vida.
Como una versión avanzada de facebook, que puede ser vista a través de una lentillas que identifican todo lo que surja adelante tuyo (esto incluso ya existe).
Si alguien te hace cara fea, o simplemente no te saluda, le das una puntuación baja. Si eres amable, postas una foto hermosa, si cuentas tus momentos felices, igual tienes 5 estrellas de los que te siguen.
Es curioso, este «futurismo» ya lo vemos ahora, vamos a hoteles influenciados por los puntos que les han dado (en varias aplicaciones) los mismo usuarios que lo han evaluado. Lo mismo si tomas un Uber eres puntuado y te puntúan. Nada nuevo, la serie apenas te lo lleva a un extremo donde hay lugares que solo puedes entrar si tienes más de 3,8 puntos de promedio, por ejemplo.
Ya lo vemos en las playas, en los lugares turísticos, en las calles, mucha gente haciendo sus selfies con una sonrisa perfecta en el lugar «perfecto» y después de disparar, le sale una expresión de tristeza, de cabreo, de cansancio.
Tratamos de engañarnos, queremos likes, puntos, ser vistos. Hay una necesidad de ser aceptados, de no estar solo, que me sigan, que me quieran, que me digan algo, que me llamen guapo, tranquilo, espiritual, o inteligente, o que tengo suerte, o que me veo feliz …
Los likes de esta vida nos llevan a crear tantas mascaras para cubrir lo que los demás esperan. Demasiado simpático para que el cliente regrese, pero ahora lo que siento es ganas de llorar por la tristeza que me inunda.
Ayudo a todos para que me vean como soy tan bueno, tan perfecto, tan único. El marido/mujer perfectos, no hay en ellos nada de error, es increíble. Lo quiero para mi, seré feliz, era lo que buscaba en mi vida.
Pero hay un sufrimiento tremendo en todas estas mascaras sociales, hay un ahogo tan grande en ser lo que queremos que sea visto. Hay una deshonestidad tan profunda que experimentamos, una tremenda infelicidad, cuando la paradoja es que lo que hacemos es únicamente para ser felices. Muy loco, ¿no?
Wowww ver esto, tan simple, sentirlo de verdad me lleva a un espacio de puro dolor. ¿Como abandonar estas mascaras que me siguen por toda la vida? ¿como dejar de vivir una vida con tantos personajes?
No hay nada para ser dejado, no hay nada que deba ser diferente a lo que es. No deja de ser un pensamiento más lo que quiere abandonar un personaje.
Las mascaras sociales se transforman en verdad social, cuando apenas somos honestos, apenas somos ese dolor en ese momento. Si cuesta mucho, si es complejo!
Simplemente porque tenemos miedo a experimentarlo a entrar en ese espacio que está ahí para ser vivido y Amado. Y ahí aprendemos a Amar.